ENEATIPO 1

La conducta del iracundo viene totalmente condicionada por la existencia de un guión interno que actúa de juez inapelable. Sus sentencias, sus voces interiores, gozan de absoluta autoridad en todos los campos de la existencia, desde el trabajo hasta la vida íntima. La crítica se vierte sobre los demás pero también se retuerce contra uno mismo, transformándose en autocrítica inmisericorde. Censura y reprobación desembocan en una vida insatisfecha. No hay nada perfecto. La autocrítica secuestra los deseos y engaña a quien la ejerce. No mueve al juez interno una razón objetiva sino una transmutación de la ira que busca una salida elegante y aceptable……
…..La crítica del iracundo no es un ejercicio meramente intelectual. Se trata de una estrategia operativa que quiere incidir en cambiar las cosas para que se hagan según sus criterios. Asistido por la razón, cualquier medio es válido para obtener el resultado apetecido. No hay invitación sino exigencia…. …..Las relaciones de simetría no son propias del E1. Al identificarse con el ideal, la perfección y la norma, se eleva sobre los demás. Surge el sentimiento de superioridad al estar colocado en el podio. Sus tomas de cámara son en picado y nunca los demás, a quienes juzga por sus defectos, pueden estar a su altura. El iracundo genera distancia. Bajar de sus ideas al mundo de sus sentimientos e instintos, le colocaría al mismo nivel que los demás, pero le rompería los esquemas. Tendría que enfrentarse a sus propios miedos….. …..La trampa del E1 es creer que si alcanza la perfección obtendrá amor, reconocimiento y admiración. Como la perfección prácticamente no existe porque cualquier realidad es susceptible de mejora, se empeña en un esfuerzo abocado al fracaso. La resistencia que encuentra le genera rabia, que orienta hacia la mejora permanente sin resultados satisfactorios…. …..El control de la ira es fundamental para el E1. El iracundo fabula que la liberación de la rabia le abocaría a traspasar los límites de lo prohibido y sería incapaz de afrontar situaciones incontrolables. El control se ejerce al precio que sea, incluida la manipulación sutil de los demás….. …..Tener razón significa estar en lo cierto. Se convierte en una necesidad neurótica para el iracundo. Le proporciona seguridad y le garantiza estar en lo correcto. Moverse en el ámbito de los principios conlleva el riesgo de olvidarse de los matices y de no reconocer el error. La lógica es aplastante pero la vida sigue otros derroteros….. …..El control, la necesidad de tener razón y el esfuerzo confluyen en producir un caráter rígido. No hay medias tintas. Los extremos son más fáciles de manejar que los intermedios y los matices. En las relaciones se traduce como dureza de corazón. La defensa neurótica de los principio prevalece sobre la atención a las personas….

La mirada sobre el mundo del uno destaca la imperfección, el cómo deberían ser las cosas y no lo son, y la creencia de que pueden hacer algo por mejorarlo. Como consecuencia dan por supuesto que hay una manera correcta de hacer las cosas, como si de un manual se tratara, y que ellos tienen acceso a ese manual. De esta manera sienten cierta legitimidad para establecer juicios comparativos sobre lo que está bien y lo que no, lo cual se manifiesta en una actitud compulsiva de juzgarse e intentar mejorarse constantemente y al mismo tiempo hacer esto con sus semejantes, piensan que nos ayudan cuando nos dicen cómo debemos actuar y censuran nuestro comportamiento, si piensan que no es el correcto, pues se sienten con el deber de mejorar el mundo. Si se les acusa de perfeccionistas lo suelen negar de entrada, si entienden que les dicen que «van de perfectos» porque en realidad siempre se sienten imperfectos en relación a la imagen de perfección con la que se comparan, además esto motiva un trasfondo de ira y enfado, ya que su deseo es alcanzar ese estado y no lo consiguen. Esta sensación interior de descontento tiene, además, que ser reprimido pues no se ajusta a la idea de perfección, así nos encontramos con una persona que hace un esfuerzo titánico, por un lado trata de disimular su iracundo defecto, y por el otro trata de mejorar el mundo. En el fondo es su manera de buscar el amor, y si no lo encuentran es porque aún no lo están haciendo lo bastante bien. Aunque puede ser difícil convivir con una persona así, si seguimos sus instrucciones y nos esforzamos por ser mejores les podemos hacer más felices, pero claro hay que hacer las cosas a su manera y eso ya no está tan claro.

Lluís Rodríguez

Psicólogo, psicoterapeuta y formador. Profesor de Eneagrama de la Personalidad.

0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: ¡Contenido protegido!