3. Los niveles de desarrollo en la personalidad

Para entender la estructura de la personalidad de un individuo no solamente es importante comprender su tipo, subtipo, ala, etc.., sino también situarlo dentro de los diferentes niveles de desarrollo psicológico.

Esta clasificación por niveles fue descubierta por Don Riso en 1977 y constituyen uno de los fundamentos en la descripción de los tipos psicológicos.

Los niveles explican las diferentes formas en que se manifiesta un tipo de personalidad según su grado de maduración psicológica o según el momento es que se encuentra, pues todos cambiamos nuestro comportamiento dependiendo de nuestro estado.

Este es el motivo por el cual muchas veces nos cuesta identificarnos con determinado tipo y otras veces no entendemos por qué dos personas con el mismo tipo e incluso el mismo subtipo se muestran tan diferentes.

Este concepto nos habla de las diferentes características de cada tipo en cada nivel de desarrollo, bajo, medio y alto, para comprender cómo podemos trabajar desde aquí para sanar y mejorar nuestra personalidad y aumentar la calidad de nuestras relaciones.                                                      

 Aunque Don Riso y Russ Hudson, en sus libros nos hablan de nueve niveles de desarrollo, los cuales están relacionados con las pautas de educación que hemos recibido en la infancia, en cuanto favorecieron nuestro desarrollo psicológico o promovieron conductas neuróticas, podemos distinguir, también siguiendo sus explicaciones, tres niveles principales:

•  Nivel desintegrado
•  Nivel intermedio
•  Nivel integrado

Esta estructura por niveles da explicación a por qué no nos identificamos con mucho rasgos de nuestro eneatipo, o nos es difícil, puesto que nuestro entorno favoreció que superásemos ciertas inclinaciones perjudiciales de nuestra personalidad.

Es importante tener en cuenta que es aquí donde podemos actuar para sanar nuestra vida en términos afectivo-psicológicos, pues tomar conciencia de nuestros comportamientos inadaptados nos invita a trabajar en ellos y superarlos, con lo que podemos subir de nivel, sin cambiar de eneatipo, y elaborar un camino de crecimiento personal. 

«La diferencia entre que la personalidad funcione o mal-funcione es completamente una diferencia de grado. Los más altos potenciales de nuestro estilo del Eneagrama incluyen ideales, habilidades, sensibilidades, y fortalezas que valoramos profundamente y que nos sirven bien. Pero cuando nos excedemos con ellos, nuestras mejores cualidades se pervierten en nuestras peores, mutantes, bastardas y despreciables imitaciones de sí mismas.»

Tom Condon – In a Deep Trance